Viviendo en Venus

Reinventándome






El sol ya salió, me llegan unos cuantos rayos desde la rendija de la puerta. En unos segundos sonará mi celular para sacarme definitivamente de mi cama calentita.  Son las seis de la mañana, empieza un nuevo y largo día. Ponerse en pie no es precisamente fácil, pero la conciencia me dice que no puedo perder clases hoy. A mi lado duerme todavía un niño lindo, no lo despierto, me levanto al baño esperando que mi celular lo despierte. Salgo del baño un poco más despierta, abro las persiana para dejar entrar el sol, mi amado por fin se levanta. Vestirme no me demora mucho, jeans, una camiseta, un sweater, tal vez una bufanda. El clima en Alemania esta loco últimamente. El desayuno: granola y manzana en pedacitos. Empaco rápidamente algo de fruta en la maleta y olvido el chocolate que quería llevar. Rápido ponerse zapatos, probablemente hoy los converse, será un largo día. No estoy segura de si llevar la cámara o no, en la clase de diseño de medios nos pidieron una. Salgo corriendo y la cámara se queda en casa, resulta que no tenía batería. Eso pasa por hacer todo a última hora.

Llego con las justas a tomar el camión, mi novio llega detrás mío corriendo también. El viaje de una hora hasta la universidad pasa volando, en especial cuando duermo la mitad del camino, no me molesta la gente entrando y saliendo del tren, ni el sonido de las teclas del PSP de mi novio. Casi al llegar me despiertan con cuidado, no quiero despertar, quiero seguir durmiendo, hasta el aeropuerto si se puede, es la última parada del tren. Pero después de bostezar un par de veces y colgarme al cuello del novio ya estoy de nuevo despierta.
 
Salir de la estación del tren siempre es una sorpresa, esta vez no saco el paraguas, saco mis gafas de sol. Nos despedimos a un lado del tráfico de personas, un beso, no bueno otro, me tengo que ir me dice, pero yo no quiero que se vaya. Se va. 

Necesito un café es todo lo que pienso mientras camino hacia la HDM.  El café que consigo en la cafetería esta bien cargado, pero necesito estar despierta.  Empieza la clase, tengo que prender el switch de alemán, no tardo mucho en tomar el hilo, las diapositivas son interesantes, ahora analizamos una imagen, pero algo en la imágen me choca, no quiero verla, de cualquier forma estoy obligada a hacerlo, después de todo quiero aprender que es tan especial es la propaganda de American Apparel. Momentos después nos entregan un pequeño libreto de una película, ahora tenemos que imaginarnos como ambientar la película, que luz, que tipo de tomas, que composición es la adecuada. Es tan temprano en la mañana. La clase de tres horas pasa de cualquier forma rápido, tomamos un par de fotos, mi celular cumple su papel, no es lo mejor pero lo intentaré en casa de nuevo. En la segunda parte de la clase estoy mas relajada, frente a mi un tupperware con cerezas y un nectarin. Me trago un par de cerezas y le ofrezco a la chica que se sienta mi lado, es por así decirlo mi única amiga. Por alguna razón me dan ganas de dibujar, esta clase estimula mi creatividad, pero lo único que logro hacer son unos cuantos garabatos en mi sketchblock. La profesora esta un poco zafada, pero me cae bien, sigo pensando que tengo que filmar una de sus clases, me parto en dos de la risa la mitad del tiempo. 


kadrage para la clase de diseño de medios, se hizo el intento.

Cuando se acaba la clase se que tengo que ir a clases de técnica fotográfica pero es que no entiendo nada, no quiero ir, mejor nos vamos con Sandra a su casa en el campus, asaltamos su refri y tratamos de estudiar por nuestro lado. Ultimamente funciona mejor que entrara a la clase y dormir en el intento de entender. Ya en su departamento, que comparte con 3 chicos más, cocinamos un poco de pan y le ponemos tomate y aceite al estilo italiano. Comemos un poco, leemos un libro de fotografía digital que saqué de la biblioteca e intentamos repasar un poco. Después de comer conversamos de temas diversos, estamos relajadas y llenas, me alegro de no haber ido a clases. No hay remordimientos de conciencia. 

Dejo a Sandra en su casa y me voy a a la cafetería de la otra universidad a solo 5 minutos a pie, había quedado en comer con mi adorado tormento. No como más que un poco de postre pero me alegra poder verlo un momento antes de volver a clases. 

A las 2 y 15 empieza la siguiente clase, a la que le llamo la clase de la digestión, siempre tengo informática después del almuerzo. Entiendo poco, pero no importa, se que mis compañeros están tan perdidos como yo. Todos nos limitamos como zombies después de un festín a copiar lo que nos ponen en la pizarra. Salimos de la clase y en la pausa converso con un par de compañeros, me gusta sentarme afuera y recibir un poco de sol, el ambiente esta relajado. Estoy despierta, lo cual es bueno porque tenemos ejercicios de matemáticas. Una hora y media me parto la cabeza con mis compañeros intentando hacer que mi cabeza funcione con esa lógica extraña de los números. Por suerte uno de mis tutores si sabe de lo que habla y "casualmente" habla español y no solo eso, sino que es de Guayaquil, el Santy me explica pacientemente los ejercicios, tal vez la próxima semana le pida ayuda con electrónica de nuevo. 

Se supone que tenemos otra hora de ejercicios pero después de que el profesor de matemáticas se va, todos nos ponemos en fila para firmar la hoja de asistencia tomar los ejercicios para la próxima semana y volar hacia el hogar. 

Seis de la tarde, mi novio me espera afuera de la HDM, nos apresuramos para tomar el tren. Queremos llegar pronto a casa. Ha sido un largo día. Conversamos un poco en el tren, hoy no leo ni escucho música, estoy muy entretenida en nuestra conversación pseudo monólogo en el que yo le cuento de todas las cosas interesantes de mi día. El hace a veces sus comentarios, pero la mayor parte del tiempo me escucha. Cuando le pregunto por su día abrevia los sucesos en unas cuantas oraciones, pero ya no importa, de cualquier forma ya estamos en casa. Hacemos arroz con leche y lo acompañamos con compota de manzana al estilo alemán. Quiero ver un episodio de House o cualquier cosa para distraerme pero la voz de Sandra me llega desde la memoria, es como la voz de una hermana mayor, tengo que revisar el mail de la u. Malas noticias, clase de mate mañana extra. No quiero saber nada más de nada. Me acuesto a ver mi programa y me empiezo a quedar dormida. Diez de la noche, me enfundo en mi disfraz de la pantera rosa, mejor llamado pijama. Pienso en arreglar las cosas para mañana pero tengo pereza, dejo todo para la siguiente mañana. Me acuesto y ruego que el novio venga pronto, la cama no me gusta sin él. 

4 aterrizajes:

ahhhhhhhhhhhhhh me hiciste acuerdo a mis dias en la U...igualito...hasta lo de la pijama de pantera rosa....y lo del novio...recuerdos dulces recuerdos

Ooooh!!!, si que pasa volando tu día, o al menos a mí me dio esa impresión!! Lo bueno que lo aprovechas bien.

Saludos!!

Venus!
Este post me encantó :)!
Redactas muy bien y muy detalladamente. Ya te imagino de allá para acá.
Sigue viviendo mucho y bien. Cuidate!

Muy lindo todo... Me apena un poco que a veces da la sensación que el día es muy corto, pero hay cierta alegría en cómo describes las casi 24 horas del día... Y personalmente me quedo con lo último: "no me gusta la cama sin él"...

Saludos

Una ciudad sin Angel

Siempre miramos la muerte como algo instantáneo y total, que brota de golpe, como si no empezara y continuara hasta acabar, o como si miráramos en un cuadro, donde todo esta fijo, sin tiempo.
Jorge Enrique Adoum
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