Viviendo en Venus

Se acaba el 2008, y por lo menos para mi estoy agradecida de haber sobrevivido. Este ha sido por mucho el año más movido de mi vida, el año de los grandes cambios, de crecer, de los dolores, de perdonar, de apreciar, de ser agradecido, de abrir los ojos al mundo, de amar intensamente, de demostrar quién soy.

Que largo me parece este año, que difícil, que sobrecogedor. Creo que apenas en enero comencé a darme cuenta que estaba lejos de casa por un largo tiempo, y que mi vida nunca más sería la misma. He cambiado de muchas formas, interiores y exteriores, por todas las lágrimas derramadas en el transcurso de estos meses. Lágrimas de alegría, de temor, de rabia, de nostalgia, de desesperación, de realización.

No es fácil hacer un resumen de los sucedido por que ha sido mucho, y cada día fue importante en la lucha por hacerme una mujer independiente. No creo que sea vanidosa si digo que soy fuerte y valiente, porque tengo que reconocer que se necesita carácter para pasar lo que yo pasé y salir con la cabeza en alto. Me refiero a mi experiencia dentro de la familia alemana. Me marco, me cambio las ideas de mi persona, de lo que quiero en el futuro y sobre todo me convenció que quiero volver a latinoamérica para hechar ahí raíces.

Pero no todo fueron penas, he alcanzado a punta de sudor muchas metas. Me pasee por Alemania muy bien acompañada, uno de esos lugares mágicos fue el castillo de los sueños que me hizo sabes que los sueños si se hacen realidad. Compre mi cámara de fotos, que fue un logro para mí porque lo hice con mi dinero, y me ha permitido hacer algo que me gusta mucho, compartir lo que me pasa, ahora tambien con imágenes. Y luego el viaje precioso que hicimos en tren cruzandonos de norte a sur las europas. Caminar por las calles de Amsterdam y tener siempre una sonrisa en la cara, por el olor a marihuana, y conocer la historia emocionante con mis propios ojos. Luego llegar a Paris y llorar de emoción sin apenas haber visto nada mas que la estación de trenes, las largas horas en esa ciudad nunca se me olvidarán. Ahora se porque todos se enamoran de Paris, es hermosa, y por ahi me dijeron que es el resultado de los egos juntos de todos sus mandatarios. Que alegría pensar en la vista desde el Sagrado Corazón. Ver con mis propios ojos el café de la Amelié, respirar ese aire de arte y cafés pequeños. Estoy enamorada de Paris. Pero también hubo playa en el viaje, Barcelona fue también muy emocionante pero relajada, el ambiente de fiesta, esa sensación de estar más cerca de casa solo por escuchar español, la playa, la arena. El mediterraneo tragandose el anillo de mi abuela....

Y también llega la hora de decir adiós, a los amigos que se hacen en un abrir y cerrar de ojos, y después simplemente ya no están para salir a conversar, para compartir, para decir la vida me apesta y que te digan que es verdad pero que nada es permanente. Regresaste a tu querida San Petersburgo, con tu familia, y tu carrera y tus sueños, asi también te llevaste un pedazo de mi corazón, querida amiga.