Como venía diciendo en el post anterior este fin de semana fue mi primera sesión de fotos con todas las de ley, hasta buen clima tuve (increiblemente). La verdad es que no suelo estar nerviosa con trabajos y hasta las pruebas no causan mayores estragos en mi persona, pero cuando hay algo que me emociona o me pone nerviosa lo suficiente no logró dormir demasiado, siempre me acuesto temprano, para que sea ya el día en cuestión y me levanto temprano porque simplemente mi mente ya esta despierta y lista. Eso mismo me paso el viernes que empezabamos con las fotos. Mis modelos estaban convocados para las diez de la mañana y yo había planeado levantarme a las ocho y media para tener todo listo, y poder tener todo en tiempo. La verdad es que a las ocho no pude más y me levante, tipo siete y media ya había abierto el ojo. Desayune como pude en un rinconcito de la mesa que estaba llena de las etiquetas de cada parte de la sesión y sus materiales. Acabando de desayunar y lavar los platos rapidamente a vestirse y a hacer la sangre falsa. Menudas complicaciones tuvimos con la dichosa sangre, pero lo hicimos a base de leche de chocolate y mucho colorante rojo. La consistencia estuvo bien, el color era lo que nunca se arreglo completamente.
Pero claro nada es perfecto así que ya eran las diez y mis modelos no aparecían, estaba ya empezando a idear un plan B en caso de que no aparecieran todos, caer en la desesperación nunca, no hay problemas solo soluciones. Una de mis modelos se había perdido y había tomado el autobus en la dirección equivocada, tardaría por lo menos media hora en estar en mi casa, y por suerte el otro modelo solo se retraso un poco.
Cuando bajabamos las gradas del edificio no podía creerlo que hubiera logrado coordinar todo, tenía los reflectores, los modelos, el ayudante (marido), sangre falsa y todos los demás requisitos para el proyecto. Estaba feliz, no me sentía como pez en el agua, más bien como si me hubieran lanzado al agua fría, pero eso no importaba.
El cementerio solo queda a dos cuadras de mi casa, un trayecto que este fin de semana camine más de diez veces. Las primeras tomas no puedo decir que estuvieron de lo mejor pero creo que esto es solo practica, cada vez que tomo la cámara en mis manos me siento más segura, a pesar de que solo sea un pasatiempo. Mis pobre modelos, digo pobres porque acabaron con sangre falsa en la cara, manos, y otros con chocolate por todos lados, estaban fríos y bastantes sucios pero no se quejaron a ningún momento. Como latina estaba preocupada por el frío y que no se enfermarán, a ellos parecía no importarles demasiado que estuviéramos a cinco grados y que estuvieran en ropa de verano. Les estaré agradecida para siempre por haberse dejado hacer de todo y hacer de todo. Estoy considerando mi opinión sobre los alemanes.
Día dos hicimos dos sesiones, esta vez no hubo tanta sangre pero si labios rojos y mucha sensualidad. En la tarde ya estaba libre y pude hacer comida mexicana para los buenos muchachos que me ayudaron.
No estaba completamente satisfecha con algunas de las fotos, porque mi manejo de los fluidos fue el primer día un poco torpe, así que estoy considerando repetir unas cuantas tomas, o tal vez no, a veces tanto perfeccionismo no es bueno.
Hoy hicimos las ultimas tomas, el cielo estuvo mucho más nublado que en días anteriores, la luz era pésima, el cansancio se había acumulado pero de todas formas saque una que otra foto que podría utilizarse. Cuando acabe el proyecto se los traeré bien empaquetado. No se pierdan el estreno de mis fotos para enero.
Eso es todo por el fin de semana, ahora solo queda el trabajo en el cuarto oscuro, mejor conocido ahora como photoshop. Buen fin de semana...
