Viviendo en Venus

Mis primeras vacaciones en estas tierras han sido una gran enseñanza.
1. Siempre hacer un presupuesto (gaste mas de lo pensado, tengo déficit en mi cuenta)
2. Estudiar el mapa de los trenes ayuda mucho a no perderse (solo se nos paso uno!!!)
3. Tener habitación propia aunque sea el hotel más barato de Berlin sale caro. (pero todavia no me convence eso de compartir habitación con 15 personas desconocidas...)
4. No llevar liquidos en la maleta de mano para viajar en avión. Se puede mandar la maleta de mochilera en la parte de abajo del avión!!! (y por muda gaste 1.60 en una dona para que me cambiaran mi billete de 20 euros y poder meter una monedita de 50 centavos y tener una bolsita plastica resellable para meter mi chanel... me sentí toda una pueblerina cuando la que revisa las maletas me dice:¿Y por qué no manda la maleta abajo? OOOObvio.... =S)

Día 1
El viaje a Berlín fue una pesadilla literalmente. Sentada entre dos niños de 4 y 3 años que no paraban de hablar y de jalar mi bufanda, mi sweter, mis aretes, mi pelo... Estuve a punto de tener un colapso nervioso a las 2 horas. Hicimos una pausa y dije bueno ya estamos a mitad de camino, vamos a comer lo que haya al paso... yo pensaba Burger King o Mc Donalds, pero nos bajamos al baño y no comimos nada. Como plus los niños, por bien portados, recibieron un globo con palo...
Ahora eramos dos globos, dos niños y mi cabeza recibiendo todos los golpes...
Finalmente se rompio un globo, y en la confusión aprovecho para quitarle el palo del globo al niño. Fueron las 7 horas de mi vida más estresantes; el lado bueno es que pudieron ser muchas más porque de pura suerte nos salvamos del tráfico. Hubieron varios accidentes por culpa de la nieve primaveral...
Llegamos por fin al hotel y di gracias a Dios por todavía estar cuerda. Lo malo es que pensamos que podiamos pagar con tarjeta de crédito el hotel, pero llegamos a la recepción y nos dicen que solo cash... Nos dejaron casi casi sin efectivo.

Día 2
Jurabamos que en el precio de la habitación incluía el desayuno, y como vimos en el comedor un monton de gente entonces pensamos que era cierto... Nada más falso, ibamos saliendo y dando las gracias cuando nos preguntan y no van a pagar???
Después de eso pensamos salgamos a comprar agua para llevar a donde vayamos... nos olvidamos completamente que aqui tambien es vacacion viernes santo y por lo tanto nada estaba abierto. (Eso pasa por olvidarse de Diosito) Encontramos por suerte una licoreria abierta y compramos agua a un precio racional...
Asi que bueno como el clima estaba horrible, decidimos irnos a una isla de museos y ahi pasamos todo el día. Museo egipcio, de roma, de grecia, de babilonia, del islam, del arte barroco y había otro más al que ya no quisimos ir. Después de más de 5 horas respirando cultura nos dio hambre y ganas de comprar. (Hay casi en cada esquina una tienda se souvenires) Así que compre un bolsito, muy práctico por cierto, que dice por todos lados Berlín y de ahi queriamos ir a la torre de la tele a tomar un café. Oh! sorpresa nos querian cobrar 9 o 10 euros por subir a la puta torre... terminamos comiendo en el Burguer King de abajo. Después de comer me dieron unas ganas de comprar una camara y tomarle fotos a todo, pero bueno después de hablar con mi madre decidí que es mejor ahorrar un poco y comprar una camara buena. Un solo gasto.
Nos quedamos paseando por una la plaza Alexander y viendo un mini zoológico, muchos conejitos y cabritas. Descubrimos un mercado artesanal, bastante parecido al de Quito. Es decir venden todo lo que en Ecuador pero 5 veces más caro.

Día 3
Mi amor me hizo un regalo muy especial me llevó a comer a un café muy chic de la ciudad, se llama café de la Opera. Un sitio totalmente tradicional que tiene los mejores pasteles de Berlín. Comimos un bufét delicioso; hicimos del desayuno por poco dos comidas, pero es que habían tantas cosas ricas...
Después entre la imparable lluvia caminamos hacia la puerta de Brandemburgo, y vimos a un grupo de baile callejero. Seguimos caminando y nos encontramos con el Parlamento, queríamos subir a la cúpula pero la cola era de más de dos horas así que decidimos hacer algo más interesante. Como todo está a la redonda caminamos cinco minutos a través de un parque y nos encontramos con un monumento en ruso... ciertamente pusimos cara de que? Cuando ya nos ibamos leimos en un letrero un poco alejado que era un monumento a los soldados rusos que habían muerto en la segunda guerra mundial. Y continuando con los monumentos visitamos el dedicado a los judíos. Es un laberinto de piedras negras y lisas que son pequeñas al principio y luego se levantan a más de 2 metros.
Mientras estabamos ahí no pudimos resisitir el impulso de jugar a las escondidas, y de corretear un poquito. Se prestaba totalmente el lugar para jugar. Para ser un sitio tan solemne estuvo super divertido. Mi amor se subio hasta en una de la piedras y le llamaron la atención... jeje... yo le dije que se bajara pero bueno je...
Ese mismo día fuimos a visitar la iglesia del recuerdo y tambien queríamos ir al museo de fotografía pero estaba cerrado (pinches alemanes!!!)
Terminamos paseando por los centros comerciales aledaños, muertos del cansancio, del hambre y estresados por la cantidad de gente, de lluvia y de paraguas que casi nos sacaban los ojos.
Si mal no recuerdo regresamos al hotel, descanzamos y salimos a buscar alimento. Encontramos pizza de 1 euro. No sabía nada mal para el precio.

Día 4
El jardín Botánico:
Después de estar 2 días congelandonos decidimos irnos a lo seguro, en jardín botánico nos hicieron sentir literalmente en casa, mientras afuera helaba adentro estabamos como a 20 0 22 grados. Fue delicioso! Estuvo tranquilo, relajado, todo lo contrario al día anterior. Después de pasearnos por los invernaderos tomamos un bus de vuelta a la ciudad. Entramos a Postdamer Platz (una plaza famosa) para ver si encontrabamos que comer, pero en el proceso vimos el cine y pues como teníamos boletos gratis decidimos entrar a ver una peli para desestresarnos. Viendo la cartelera yo hecha la que se de cine digo entremos a ver Sweeney Todd, de ley vale la pena verla en el cine y pues nos vamos a relajar... que equivocada estuve...
La película nos dejo chance tostados y a la vez hiperactivos, no niego que estuvo muy bien, pero no era el momento.



Día 5
Por fin después de todos esos días lluviosos salió el sol. Muy contentos nos fuimos al zoológico, el día estuvo bonito y los animalitos también je. Lo malo es que como es enorme hay que caminar y caminar. Pero no conformes con haber visto todo el zoológico nos metimos también al acuareo. Había una fuente con peces dorados para acariciar jeje... fue muy gracioso y resbaloso.
Esta actividad nos tomó casi todo el día pero aunque no teníamos mucha energía decidimos ir a otra atracción. No se realmente como se llama en español, es una torre con una estatua dorada en la mitad de un redondel. Subimos las 273 gradas en la escalera de caracol (casi vomito) para ver toda la ciudad. Estuvo genial!

Día 6
Ultimo día, por fin. Estabamos hartos de Berlín. Salimos del hotel y la nieve nos caía como aguacero. Fuimos a donde estaban uno de los edificios de la GESTAPO y leimos las historias de los prisioneros políticos y de las torturas. El ambiente estuvo feo. Salimos todos serios. Teníamos apenas un par de horas antes de que saliera nuestro vuelo a Stuttgart, asi que decidimos ir al Sony Center y dejar que mi amado se hiciera farra con todo lo que tiene. Vimos una cámara de fotos que me gusto mucho, pero por el momento no puedo comprarla. Talvez después je.
Y finalmente comimos algo y nos subimos al bus que va al aeropuerto. Un viaje espantoso, el bus estaba a reventar, con calefacción, y con un tipo medio loco. El tipo este andaba preguntandole a todo el mundo cosas, y tocando a la gente. Pero si le decías que no te tocara y te dejara en paz te veía como si estuvieras loco tú...

En fin esa fue mi aventura por esa ciudad enorme. No quiero volver como en 10 años.