Viviendo en Venus

Reinventándome

Este es mi primer año con las cuatro estaciones, y hasta ahora creo que mis prejuicios si tenían fundamentos. Sabía por ejemplo que el otoño me iba a gustar mucho, todos esos colores tierra y las frutas maduras. Septiembre y octubre han sido hasta ahora los mejores meses. Todo en la medida perfecta, el viento, la temperatura, sin bichos; claro que mientras se acerca el invierno se pone un poquito feo y pues ya no me gusto tanto.

El mes de noviembre fue el peor, vientos helados, los arboles sin vida, todo el tiempo nublado. Creo que no vi la luz del sol en todo el mes. Aparte de las condiciones climáticas me tocaba caminar con la carriola de los niños cuesta arriba tipo cinco de la tarde, en la lluvia o el frío. Me enfermé mucho, de las gripas, pero de paso de la espalda y hasta de la rodilla.

Diciembre y enero fueron helados, sin nieve para jugar, pero por lo menos había más de luz. Las navidades pasaron rápido sin mayores novedades, creo que fue un tiempo tan ocupado que no tuve tiempo de extrañar.

Febrero y Marzo, para mi fueron todavía invierno, con decir que por fin nos nevo a finales de marzo en mis vacaciones en Berlín. Hasta este punto estaba harta del frío. Rogaba por un poco de calor.

Abril fueron lluvias a mil, unos cuantos grados y los pajaros cantando por todos lados, tanto así que no me dejaban dormir...
Flores salieron de lugares insospechados, y me pase todo el mes con flores en mi cabello porque según los niños se me veían bonitas. Aún el paisaje estaba oscuro, un poco más de verde por aquí y por allá creciendo.

Mayo llegó con el calor y los bichos. Agradecida de poder salir en camiseta y no morir congelada lo disfrute la primera semana. Una semana después se enfrío un poco, solo para que una ráfaga de calor nos asotara la siguiente. 32 o 33 grados y yo pidiendo perdón cuando toca subir con la bicicleta y los niños atrás... Sudando como barbacoa. Los bichos se han salido de control, en esta semana se me metieron dos en los ojos, uno en la nariz, sin contar el mosquito enorme en mi cuarto, y las moscas que no dejan de molestar en la casa. Definitivamente no me gusta la primavera...
El cuarto de los niños es un horno, pero el sótano es bastante cómodo.

Yo pensaba que la primavera significaba poder tener un clima cómodo, fresco. Toda la humedad de las lluvias parece estar saliendo del suelo y hace al calor menos soportable. Así que no se que me depara para el verano.
Yo ya decía que prefiero el frío al calor, porque con el frío me cubro con mil cosas y me caliento; con el calor es otra historia, porque ni desnuda se me pasa. (Y no no ando en pelotas todo el tiempo).

La parte positiva es que ya tengo color de nuevo, y puedo usar la ropa bonita y ligera, mostrar las curvas producto de andar en bicicleta con los niños todos los días. Además de poder tirarme en el parque por horas de horas hasta que el calor y los bichos me arten.

¡Bendito el clima de Quito!

2 aterrizajes:

Bonita hermosa, me encanta leer cuando escribes de cosas cotidianas. Les das una vida mágica a las cosas. Pos si este "primaverano" ha estado chance feo con mucha humedad por las lluvias. Espero que el verano no sea tan húmedo, porque mucho más no van a subir las temperaturas...

Te amo bebe!

El otoño suena bonito, la verdad yo si quiero ver alguna vez nevar por más que me cague del frío. Aunque una pana de Noruega dice que es un poco más calientito cuando nieva porque el sol le da a la nieve y te quema, o alguna cosa así.

Se te extraña desde el incontrolable Quito, amiga.

Una ciudad sin Angel

Siempre miramos la muerte como algo instantáneo y total, que brota de golpe, como si no empezara y continuara hasta acabar, o como si miráramos en un cuadro, donde todo esta fijo, sin tiempo.
Jorge Enrique Adoum
The Art of Seeing
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Los Alienigenas

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