A veces la vida nos da sorpresas, a veces el mundo se pone en movimiento antes de que lo notemos, a veces simplemente la felicidad esta en el aire. Ayer llegó una muy querida amiga de vacaciones, hace ya un año que no la veía pero parecía como si apenas hubieran pasado unos meses sin verla, estaba más flaquita yo mas gordita, las dos más viejitas pero no parecía importar seguimos siendo las mismas que nos despedimos. Tanto amor, tanta alegría. Y decidimos festejar sus vacaciones, su llegada, nuestra amistad. Me olvidaba que vivimos en Alemania y que aquí ir de fiesta a otra ciudad puede ser tan fácil como decir te paso a recoger. Hay tantas cosas que me faltas por experimentar aquí, es cierto todavía soy una pueblerina. Me la pasé bien, baile como no bailaba hace mucho, reimos, y compartimos una noche para recordar, es finalmente lo que importa en la vida.
Hay días que todo se ve negro y que todo parece monótono pero ayer con su presencia mi amiga me iluminó la noche, la noche estaba estrellada y la luna nos alumbro por la oscura autopista sin limites de velocidad, todavía me sudan las manos cuando el velocímetro marca más de 180 km/h.
Probablemente para muchos ayer fue una noche como cualquier otra, bailando bajo las luces de neón, escuchando música a todo volumen, pero a mi me pareció de pronto estar en otro cuerpo, con ganas de dejarme ir al son de la música, que no hubiera sido mi elección, pero ponerse quisquillosa no fomenta la diversión así que no me importó bailar un poco de hip hop y morir de la risa cuando mezclaban alguna canción antiquisima de regueton estilo dale don dale, de mi época del colegio; eso es super moderno por acá al parecer, aunque claro que son cuatro años desde que me gradue...
También interesante ver como los hoperos alemanes bailan, y es un poco parecido si a esas películas de baile, cuando mis pies no dieron más, culpa de los taconazos que traía anoche, no me molesto disfrutar del espectáculo que ofrecían aquellos muchachos y muchachas. Nunca le había visto el chiste a el hip hop pero ayer pude abrir mi mente un poco al respecto, resulta que puede ser divertida para bailar, claro si te sabes mover.
Y bueno muchas fotos no logré hacer, resulta que mandaron dos guaruras para esta pobre muchachita a prohibirle tomar fotos. No lo entendí la verdad, me pregunto si les parece que voy a hacerles mala propaganda, o si me voy a plagiar el estilo de la disco. Pero claro siempre se puede disimular y tomar fotos a escondidas, si saben a lo que me refiero. Lo prohibido sabe a gloria dicen .
En fin, fue una buena noche, aunque tengo la sensación de que no me coquetearon ni me vieron en mi atuendo para matar, lo cual claro me decepcionó un poco, pero si una esta bailotenado con el novio, tambien influye a la visión, espero.