A veces simplemente quisiera tener alas para poderme ir lejos, para ir a un lugar más feliz, a un lugar en donde no exista el tiempo ni el espacio, donde no existan obligaciones ni derechos, uno de esos lugares utópicos con los que la gente sueña todo el tiempo.
Estoy un poco harta de que hasta mi propio subconsciente me juegue malas pasadas, que al despertar solo quiera volver a dormir, porque soñar es mas bonito, porque soy quien quiero ser y estoy en donde me siento bien.
Que irónico que este atrapada por mis propias ambiciones, que mientras más hago y mejor me vuelvo en las cosas que dicen importar en la vida más infeliz me siento. Que tengo menos ganas de vivir la vida como si fuera el último día. Tal vez como si fuera el último que vivo en esta situación sería diferente. No pretendo ser entendida, por muy cliché que parezca ahora más que nunca se que solo me tengo a mi misma para salir de este hueco en el que por cierto me he metido yo sola. A veces quisiera tener alas, solo la idea ya me hace sentir un poco más ligera. Me pregunto como será tener esa libertad, me pregunto que se siente no estar atado a esta realidad.
Delirios, persecuciones y como siempre la gente más que nada me ignora, ya deje de preguntarme si es bueno ser diferente, ser raro, no encajar, lo mejor al parecer es simplemente vivir sin hacerse tanta pregunta existencialista, después de todo esa no es la llave de la felicidad, todo lo contrario. Son más felices los ignorantes. Lastima que la luz del conocimiento no se puede quitar.
A lo mejor solo estoy quemada, chamuscados los sesos, quebrantada la razón, apachurrados los sentidos, aisladas las emociones. Y aunque se que esta sensación es temporal, debe serlo, no puedo evitar pensar que estoy harta y no quiero más, que el show siga sin mí.